En los Evangelios de Mateo, Marcos y Lucas, la esperanza alcanza su plenitud en Jesús, que anuncia y hace presente el Reino de Dios. Su palabra, sus signos y su cruz revelan que la verdadera esperanza no mira al futuro lejano, sino al Dios que ya actúa en la historia para salvar y transformar.
En esta lección descubrimos cómo la esperanza, nacida en Cristo, se hace vida en la Iglesia primitiva. En los Hechos, el Espíritu Santo impulsa a testimoniar; en san Pablo, la esperanza sostiene la fe y la caridad; y en san Juan, se transforma en comunión con Dios y visión de la gloria futura. Una esperanza que actúa, persevera y transforma.